Ya en el inicio de la obra, la ubicación de las plantas de Molienda y Flotación fue cambiada, generando una importante variación en la profundidad del basamento rocoso previsto, problema que fue visible al finalizar la excavación de 9.00m ordenada por el expediente técnico del proyecto. La ejecución de ensayos SPT y pruebas de consolidación en la nueva ubicación y sobre los materiales que faltaban excavar, mostraron que el basamento rocoso se encontraba entre 4.90m y 9.30m de profundidad adicionales, cubierto por un material limo-arcilloso con una presión de pre-consolidación de 0.90 kg/cm2. La excavación de este material y su posterior reemplazo por suelo – cemento (dado que la carga transmitida por los cimientos del molino era de 4.8 kg/cm2) significaban un sobre costo tan alto como el mismo mejoramiento considerado inicialmente.