El estado de Bahía se caracteriza por fuertes lluvias, un montón de suelos blandos y la escasez de suelos granulares de buena calidad para la estabilización y la construcción de vías de acceso.
Específicamente, el bloque 170-B1 de Alvopetro, situada en Pojuca se encuentra en una zona con tales características, compuesta de suelos arcillosos de baja capacidad de soporte y saturado, que no permite la entrada ni maniobras de los camiones de carga pesada para la instalación de los pozos y vías de acceso de exploración. Teniendo en cuenta la posibilidad de encontrar petróleo, y salida prematura del bloque, Alvopetro necesitaba una solución “temporal” para la estabilización de suelos que facilite la ejecución de la obra a través del uso mínimo de material granular, pero también necesitaba una solución flexible que pueda llegar a ser “permanente” con pequeños tratamientos adicionales si se descubre el campo petrolero.